En la localidad de Barriales, un pueblo cerca de la Ciudad de Mendoza, este año nació una escuelita de futbol llamada “Club fútbol juveniles”.
Este proyecto deportivo se puso en marcha gracias a Brahim Bustamante, Matías Brizuela y Maicol Henriques, entrenadores actuales del club. Lo que buscaban era que los niños tuvieran un lugar donde pudieran entrenar, aprender, disfrutar, competir sanamente y que se preocupen por ellos, ya que las experiencias anteriores no habían sido buenas, parecía que solo importaba el dinero.
Paso a paso esta idea se va transformando en realidad. Los entrenamientos comenzaron en julio de este año (2023), el objetivo de los profes era tener la mayor cantidad de niños en la entidad, completar las categorías para que pudieran presentarse a jugar un torneo. Según lo que comentó Matías, ese no fue un obstáculo ya que en poco tiempo el club tenía asociados a varios niños. Lo que sorprendió fue que superaron las expectativas en este tan corto año. “Se logró más de lo esperado” añadió.
Si bien siempre está el temor de comenzar con algo nuevo en el que surgen dudas y dificultades, en esta ocasión no fue así, ya que contaron con el apoyo y la confianza de los padres, la disposición que tuvieron fue muy importante.
Los resultados de fin de año son positivos, si bien es un club que inició hace cuatro meses, pudieron lograr muchos de los propósitos que inicialmente se fijaron: en la categoría 2016-17-18 obtuvieron el segundo lugar de la copa desafío, medalla dorada para la 2014-2015 en copa de plata, categoría 2012-2013 subcampeones copa de plata y en la categoría 2010-2011 campeones de la copa de oro.
Lo que desean para el próximo año es estar en un lugar más cómodo, darle más experiencia a los entrenamientos, agregar categorías mayores y poder ingresar en una liga más compleja, que se puedan sumar más niños y tener un buen material para los entrenamientos. “Siempre aspirando a mejor, a seguir sumando, con más proyectos, pensando en todo momento un mejor futuro para los chicos” cerraba el profesor Matías.
Gracias a personas que aman este deporte y eligen la felicidad de los más chicos, el esfuerzo, el sacrificio y la constancia de los niños en cada entrenamiento para ganarse un lugar entre los citados del sábado y ser felices, porque el fítbol es felicidad, ganes o pierdas se disfruta cada momento. Por todos estos logros y significaciones es posible lo que consiguieron.
Con compromiso y pasión todo es posible, a apretar los dientes y seguir creciendo que queda mucho que recorrer.
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