Efecto Malcorra
- Juan Martín Alonso
- 9 jun
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 10 jun
Analizamos desde nuestro lugar, las consecuencias que puede dejar en un niño desacertadas decisiones de dirigentes de Newell´s. Desde el club separaron y les sacaron las becas a chicos de 9 años, por sacarse una foto con el volante y referente de Rosario Central.
Por: Juan Martín Alonso
De pronto tus pequeños hijos de nueve años participan de un campeonato en donde se enfrentan escuelitas de fútbol de Defensores de Funes y Newell´s Old Boys de Rosario. Están felices, juegan por jugar, juegan sin calcular. Corren detrás de la pelota inspirados en Messi o en el Cuti Romero. O quizás imaginan hacer una tapada como la del Dibu Martínez en Qatar. Sus sueños los impulsan a divertirse, lo lúdico en su máxima expresión.
Antes o después de un partido, seis de estos peques pertenecientes a la escuela de fútbol de Newell´s reconocen a Ignacio Malcorra, quien estaba mirando a su hijo que juega para el Club Atlético Defensores de Funes. Nacho, es uno de esos diez con mucha experiencia en nuestro fútbol, fue ídolo en Unión de Santa Fe y baluarte del actual Rosario Central. Los niños se acercan a Malcorra y le piden sacarse una foto, porque ven a un grande que ya juega en Primera más allá de sus colores. Todos quedan inmortalizados después del click. Y las redes empiezan a hacer lo suyo.

Llega el odio que rodea a los cabeza de termo y comienza a brotar. Increíble lo que sigue: directivos de Newell´s deciden sancionar a los pequeños cuando la foto ya es viral, alertados e irracionales convocan a sus padres y les comunican que a los chicos les sacarán las becas que tenían. Los suspenden de sus entrenamientos también, por tres meses, por las dudas. Arman un escándalo, se intentan justificar, salen en los medios después de casi sesenta días, hablan y manifiestan estupideces.
Juan Álvarez, coordinador de las escuelas de fútbol de Newell´s expresó a Cadena 3 hace unos días: “Los chicos representan a un club como Newell´s, que está por encima de todo. Ellos están becados y cuando estás becado tienen que tener cierta responsabilidad. Nos reunimos con los padres, lo entendieron y algunos de ellos pidieron disculpas”. ¿Responsabilidad? ¿De qué? ¿Disculpas? ¿Por qué?
Increíble, pero cierto. No se entiende bien, es casi inverosímil que un encargado de escuelita de fútbol hable de esa manera. Pero sí, es cierto, así lo dijo. También habló el presidente del club, Ignacio Astore, intentando reparar el tremendo quilombo y justificar lo injustificable. No vale la pena darle lugar a lo que dijo.
Afortunadamente el insólito hecho salió a la luz y referentes de nuestro fútbol repudiaron la actitud para con los chicos. En la previa de Chile-Argentina por Eliminatorias, un periodista muy atinado consultó a Lionel Scaloni sobre lo que pasó con los chicos. Y el director técnico albiceleste (referente de Newell´s), fue contundente y expresó: “Vi la foto y realmente lo que hay que valorar es que esos chicos quisieron sacarse una foto con un jugador de Primera División, que es la ilusión que todos tienen. Han visto a un jugador, que más allá de la camiseta que lleva puesta, ha llegado a Primera. Tendría que ser algo normal. Cuando yo era pibe no habían redes sociales, pero a mí también me hubiese encantado sacarme una foto con un jugador de Primera, sin importarme la camiseta que lleve”.

Y posteriormente el de Pujato agregó: “Es importante dar el mensaje y a estos nenes les tenemos que dar el ejemplo de decir: sacate la foto con la camiseta de quien sea, con el jugador que sea. Es el ejemplo que todos queremos dar, si queremos erradicar toda la violencia que se está viviendo y la locura que se está viviendo. Tenemos que proponer todo lo contrario y decirles que se saquen la foto si tu ilusión es jugar en Primera, da igual con quién te saques esa foto. Malcorra accedió a la foto de una manera muy buena y espero que sirva de experiencia para que no vuelva a suceder lo de los chicos”.
Horas después, el propio Malcorra también mostró su desilusión por lo sucedido. “A mí en lo personal me da mucha tristeza y me pone mal el hecho de los nenes. La verdad es que yo siempre me saco fotos con todos, ellos estaban ahí, fui a ver a mi hijo, terminaron de jugar, me saludaron y nos sacamos una foto”, expresó ante la prensa. El volante de Rosario Central explicó con simpleza, lo simple: “Me pone triste lo que les pasó a los pibes. Es una foto que se saca un nene con cualquier jugador de Primera. Viajo por todo Rosario y yo solo espero que los pibes pasen un lindo momento cuando me piden una foto”.
Con el correr de los días, los dirigentes entraron en razón (quizá a la fuerza y por el estado público del asunto) y decidieron que los chicos vuelvan a entrenar. Algún que otro padre manifestó que su hijo no volverá a pisar el complejo Malvinas de Newell´s.
Desde acá simplemente dejamos que el sentido común nos abarque porque ser “cabeza de termo y dirigente de un club” puede hacer mucho daño. No son compatibles ambas características si entendés con profundidad los valores que deja el deporte. La ilusión que hay en un pibe de 9 años más allá de las competencias. Porque sino, nos preguntamos: ¿cuántos pibes de Central no se pueden sacar una foto con Lionel Messi? El capitán del seleccionado representó a Newells de pibe, entonces, si sos un pibe de Central ni lo sueñes. Que tampoco los pibes de Newell´s vayan a buscar al Fideo Ángel Di María, porque al igual que Malcorra ahora vuelve a vestir los colores del Canalla, y no importa que te haya hecho emocionar hasta las lágrimas en el Mundial.
Que los pibes de Racing no sueñen con una foto con el Dibu Martínez, que los de Boca ni se les ocurra una foto con Mastantuono, que los de River ni se imaginen posar con Leandro Paredes. Una locura.
Ser cabeza de termo y dirigente a la vez es jodido. Ser cabeza de termo solamente ya es complicado. Y si a eso le agregás una responsabilidad (aquí llamo a la reflexión a mis colegas comunicadores) se pone en riesgo lo más bello que tiene el fútbol: jugar, crear, ser cada día mejor, desarrollarse físicamente, hacer amigos. Aunque mi amigo juegue para Central y yo para Newell´s.
Por las dudas, estimados dirigentes, les recordamos que en el deporte priman otros valores como reconocer al rival cuando juega mejor. Que yo existo gracias a que mi rival existe. Porque mi oponente posiblemente me haga mejor en la sana competencia. Porque seguramente voy a querer ganar, como en todo deporte, pero antes hay una ilusión de querer ser como Nacho Malcorra.
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